Viví en Honduras 1979-1983, 1989-1992 y 1996-1998. Si no estaba en el país lo visitaba casi todos los años. Una razón por la que siempre he hecho un esfuerzo en regresar a Honduras es por amor a tantos amigos y amigas; otra razón es por las tantas necesidades y oportunidades de servir que existen. Sin embargo aunque he dado mucho siento que he recibido mucho más de los hondureños que he dado.
Mi vida y mi teología son radicalmente diferentes hoy por lo que he experimentado, observado y escuchado en Honduras y otros países latinoamericanos. Lo que he escrito es una muestra pequeña de una de las maneras que Dios ha usado mi tiempo en ese país para llevarme a pensar y vivir diferente. Mi oración es que Dios use estos escritos para que otros puedan experimentar en una manera más profunda el amor de Dios y que de una manera más completa experimentar y compartir el Shalom que Dios desea para nosotros.
Escribir a Marcos Baker